Es la capacidad de ver o percibir el pasado. La retrocognición ocurre espontáneamente aunque muy esporádicamente en la vida cotidiana, en sueños y en experimentos parapsicológicos. Cuando hablamos de pasado, también nos referimos a vidas anteriores.
En términos prácticos, retrocognición es conocer hechos del pasado de una persona, pudiendo ser estos de otras vidas, del periodo entre dos vidas sucesivas o de la actual vida.
La forma más común de regresión es mediante la hipnosis. Lo que muchos no saben es que hay contraindicaciones a este tipo de retrocognición, también pocos saben que este fenómeno puede ser inducido por nuestra voluntad de forma más segura, saludable y con beneficios más allá del objetivo terapéutico solamente.
Considerando vidas anteriores, debemos considerar otros cuerpos (más sutiles que el cuerpo humano), las múltiples dimensiones donde uno puede manifestarse, no solamente la física. Por esta razón es más apropiado utilizar el término conciencia en vez de persona o ser humano, pues la conciencia rebasa la personalidad actual y su cuerpo biológico.
Si consideramos este fenómeno real o por lo menos posible, queda claro que estas informaciones ocultas de nuestro pasado a las que se accede por la retrocognición no pueden estar en el cerebro físico, pues éste no pasa de esta vida. Entonces debe existir un otro cerebro, en otro cuerpo, con una memoria no volátil, donde son almacenadas todas las vivencias de la conciencia en sus vidas anteriores.
La retrocognición es el acceso a esta memoria integral, individual, también denominada por la concienciología como holomemoria (del griego holo: todo, entero, completo). Es esta memoria integral la que permite la evolución, sin ella no hay el aprendizaje acumulativo y sin éste no hay evolución. Si nuestra memoria estuviera condicionada a solamente el cerebro físico, en cada vida empezaríamos del punto cero. De nada servirían el conocimiento y la experiencia adquiridos en vidas anteriores. Esta discontinuidad impediría la evolución de la humanidad como un todo, principalmente desde el punto de vista moral y ético.
Hay básicamente tres métodos distintos de generación de este fenómeno: mediante la regresión promovida por otra persona, hipnólogo por ejemplo; el que ocurre de forma espontánea, involuntaria; y el inducido por la propia persona de forma voluntaria. En los dos últimos casos el fenómeno puede ocurrir en el estado de la vigilia física ordinaria, en relajación, o por la experiencia fuera del cuerpo. Esta es mucho más rica.
Quizá la regresión por hipnosis sea el método más rápido de lograr una retrocognición, aunque no todas las personas son hipnotizables, además de que este método es el que presenta más desventajas. Por ejemplo, hay riesgo de que la persona acceda a informaciones de una vida anterior del hipnólogo en vez de la suya y no se dé cuenta. Esto puede ocurrir debido al acoplamiento energético formado con las energías personales del hipnotizado y del hipnólogo.
Explicando mejor, cada uno de nosotros posee un campo energético personal, único, totalmente individual que representa nuestra realidad, con informaciones completas de nosotros mismos. Es como si fuera el ADN de la conciencia. La interacción entre estos campos energéticos forman un campo mixto donde uno puede acceder a informaciones del otro.
Otra desventaja de este método es que la persona entrega el control de sí misma a otra persona, que la conduce. Este hecho puede generar dos efectos indeseables: mantener la dependencia de otra persona para producir el fenómeno y la posibilidad de generar un trauma mayor si la persona accede a una información que no está preparada psicológicamente para conocer.
En el segundo método de retrocognición –el espontáneo– hay la desventaja de no saber cómo ni cuándo ocurrió. Las ventajas son la ausencia de riesgo de estar accediendo a información de la vida de otro y de acceder a algo traumático, debido a un mecanismo de autodefensa natural de la conciencia.
El método voluntario exige más persistencia y esfuerzo de la persona, sin embargo, con aplicación de técnicas específicas, las ventajas son incomparables. Además de las ventajas citadas del método espontáneo, la forma autoinducida permite el autocontrol del fenómeno, esto genera efectos positivos como el aumento de autoconfianza y de la autoestima. También permite a la persona dirigir el fenómeno hacia informaciones más amplias de su historia existencial.
En un fenómeno autentico de retrocognición, la persona visualiza escenas en que está metida. Tiene una certeza íntima de que es ella misma, pues reconoce la manera de sentir, de pensar, juzgar y percibir las cosas, puede incluso revivir las mismas emociones, como si estas estuvieran pasando ahora. El nivel de lucidez de la persona en el momento del fenómeno garantiza la certeza de ser un recuerdo autentico del pasado de la persona.
El mejor blanco, posiblemente, de la retrocognición es acceder al periodo entre esta vida y la anterior, y no propiamente a una vida anterior, pues es justamente en este periodo de existencia, afuera de la dimensión física, que hacemos un balance de la vida anterior y con base a esto programamos tareas evolutivas a ser cumplidas en la vida actual. Este tipo de retrocognición permitiría la confirmación se estamos haciendo ahora lo que programamos en el periodo entre-vidas.
En términos prácticos, retrocognición es conocer hechos del pasado de una persona, pudiendo ser estos de otras vidas, del periodo entre dos vidas sucesivas o de la actual vida.
La forma más común de regresión es mediante la hipnosis. Lo que muchos no saben es que hay contraindicaciones a este tipo de retrocognición, también pocos saben que este fenómeno puede ser inducido por nuestra voluntad de forma más segura, saludable y con beneficios más allá del objetivo terapéutico solamente.
Considerando vidas anteriores, debemos considerar otros cuerpos (más sutiles que el cuerpo humano), las múltiples dimensiones donde uno puede manifestarse, no solamente la física. Por esta razón es más apropiado utilizar el término conciencia en vez de persona o ser humano, pues la conciencia rebasa la personalidad actual y su cuerpo biológico.
Si consideramos este fenómeno real o por lo menos posible, queda claro que estas informaciones ocultas de nuestro pasado a las que se accede por la retrocognición no pueden estar en el cerebro físico, pues éste no pasa de esta vida. Entonces debe existir un otro cerebro, en otro cuerpo, con una memoria no volátil, donde son almacenadas todas las vivencias de la conciencia en sus vidas anteriores.
La retrocognición es el acceso a esta memoria integral, individual, también denominada por la concienciología como holomemoria (del griego holo: todo, entero, completo). Es esta memoria integral la que permite la evolución, sin ella no hay el aprendizaje acumulativo y sin éste no hay evolución. Si nuestra memoria estuviera condicionada a solamente el cerebro físico, en cada vida empezaríamos del punto cero. De nada servirían el conocimiento y la experiencia adquiridos en vidas anteriores. Esta discontinuidad impediría la evolución de la humanidad como un todo, principalmente desde el punto de vista moral y ético.
Hay básicamente tres métodos distintos de generación de este fenómeno: mediante la regresión promovida por otra persona, hipnólogo por ejemplo; el que ocurre de forma espontánea, involuntaria; y el inducido por la propia persona de forma voluntaria. En los dos últimos casos el fenómeno puede ocurrir en el estado de la vigilia física ordinaria, en relajación, o por la experiencia fuera del cuerpo. Esta es mucho más rica.
Quizá la regresión por hipnosis sea el método más rápido de lograr una retrocognición, aunque no todas las personas son hipnotizables, además de que este método es el que presenta más desventajas. Por ejemplo, hay riesgo de que la persona acceda a informaciones de una vida anterior del hipnólogo en vez de la suya y no se dé cuenta. Esto puede ocurrir debido al acoplamiento energético formado con las energías personales del hipnotizado y del hipnólogo.
Explicando mejor, cada uno de nosotros posee un campo energético personal, único, totalmente individual que representa nuestra realidad, con informaciones completas de nosotros mismos. Es como si fuera el ADN de la conciencia. La interacción entre estos campos energéticos forman un campo mixto donde uno puede acceder a informaciones del otro.
Otra desventaja de este método es que la persona entrega el control de sí misma a otra persona, que la conduce. Este hecho puede generar dos efectos indeseables: mantener la dependencia de otra persona para producir el fenómeno y la posibilidad de generar un trauma mayor si la persona accede a una información que no está preparada psicológicamente para conocer.
En el segundo método de retrocognición –el espontáneo– hay la desventaja de no saber cómo ni cuándo ocurrió. Las ventajas son la ausencia de riesgo de estar accediendo a información de la vida de otro y de acceder a algo traumático, debido a un mecanismo de autodefensa natural de la conciencia.
El método voluntario exige más persistencia y esfuerzo de la persona, sin embargo, con aplicación de técnicas específicas, las ventajas son incomparables. Además de las ventajas citadas del método espontáneo, la forma autoinducida permite el autocontrol del fenómeno, esto genera efectos positivos como el aumento de autoconfianza y de la autoestima. También permite a la persona dirigir el fenómeno hacia informaciones más amplias de su historia existencial.
En un fenómeno autentico de retrocognición, la persona visualiza escenas en que está metida. Tiene una certeza íntima de que es ella misma, pues reconoce la manera de sentir, de pensar, juzgar y percibir las cosas, puede incluso revivir las mismas emociones, como si estas estuvieran pasando ahora. El nivel de lucidez de la persona en el momento del fenómeno garantiza la certeza de ser un recuerdo autentico del pasado de la persona.
El mejor blanco, posiblemente, de la retrocognición es acceder al periodo entre esta vida y la anterior, y no propiamente a una vida anterior, pues es justamente en este periodo de existencia, afuera de la dimensión física, que hacemos un balance de la vida anterior y con base a esto programamos tareas evolutivas a ser cumplidas en la vida actual. Este tipo de retrocognición permitiría la confirmación se estamos haciendo ahora lo que programamos en el periodo entre-vidas.
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