lunes, 28 de febrero de 2011

PURGANDO CULPAS



Mis muertos
mendigan en la noche
estrangulando el tiempo
.
.
.
  cadáveres cansados
 arrastran culpas enfermas
que ocultan en la oscuridad
mientras siguen atrapados
.
buscando vida.





Chakra




Chakra es una palabra de origen sánscrito que significa rueda, círculo y designa el disco solar, atributo de Vishnú.



Introdución

Chakra es una palabra de origen sánscrito que significa rueda, círculo y designa el disco solar, atributo de Vishnú. En el ser humano existen 74 chakram, situados entre el cuerpo etéreo y la envoltura carnal y unidos a los diversos cuerpos (mental, emocional, etérico) a través de una serie de canales llamados 'nadis'.

2. Función de los Chakram
Absorber la energía universal, metabolizarla alimentando los distintos cuerpos del ser humano para finalmente irradiar energía hacia el exterior. Esta es su función principal.


3. Los Chakram básicos y su representación
Dentro del conjunto de puntos vitales, existen 7 chakram principales, que se distribuyen desde la parte más baja de la columna vertebral (donde se encontraría la 'kundalini', energía enroscada en forma de serpiente) hasta la parte más alta de la cabeza (donde aparecería el halo).

La energía discurriría por ellos con movimientos ascendentes y descendentes, formando una especie de espiral, girando como una rueda. De estos siete chakram, el inferior y el superior son simples, mientras que los cinco restantes son compuestos por una parte anterios (ej. entrecejo) y su correspondiente posterior (ej. coronilla).

Los chakram están representados en forma de flor de loto,
diferenciándose en el número de pétalos de que dispongan. Existen otras significaciones relacionadas con ellos como: notas musicales, mantrams, yantras /símbolos condensados del Cosmos, utilizados para la meditación), colores, dibujos, elementos, letras.

La herencia de Medusa



Estas piezas, damas y caballeros, pertenecen a una época oscura de la cultura griega. Su autor, autora mejor dicho, respondía al nombre de Medusa. De ella se dicen muchas cosas, la mayoría falsas. Sin embargo, lo cierto es que puede ser considerada la madre de la escultura realista, como lo demuestra este grupo de cuerpos humanos. También se dice que fue muerta por un maniático llamado Perseo, quien celoso del buen arte de la señora le cortó la cabeza.





 REFERENCIA:
Marcial Fernández

Don Juán de los Vinetos




Don Juán de los Vinetos es el nombre que se le da en los pueblos de la sierra de Falcón. Este enigmático personaje duerme durante todo el año en la Cueva de La Dolorita y despierta en el tercer mes de cada año. Entonces desata todos los vientos del monte, para que los muchachos puedan remontar bien sus cornetas y los pájaros volar aun más alto. Pero es peligroso entrar en la Cueva de la Dolorita justamente en marzo, cuando don Juan está despierto. Quienes lo han hecho no vuelven a salir jamás, se convierten en pájaros si son hombres y en mariposas si son mujeres.

El único caso que se conoce es el de don Agustín Arteaga, un viejo cazador de la región que olvidó lo del “encanto” de la Dolorita. Resulta que uno de sus perros se introdujo en la cueva, tras un cachicamo, y don Agustín fue tras el animal. Al entrar a la gruta lo primero que lo sorprendió fue el apacible silencio. El cachicamo parecía dormir en plácida actitud y el perro lo miraba atento, sin atreverse a avanzar. Una señora de dulce rostro cosía sentada en un sillón y el cazador, que no encontraba el lugar por donde había entrado, le preguntó.
—¿Podría indicarme la salida, buena señora?
Ella canturreó juguetona:
—¡Es tan fácil entrar como salir. Pero te lo digo, hay que sufrir!

Don Agustín empezó a inquietarse, todo parecía herméticamente cerrado. La señora cantó burlona:
—Ya viene mi esposo, oigo la llave. … Pronto serás tan sólo un ave…
Enfurecido, don Agustín sacó su enorme cuchillo de caza. La señora dio un salto, aterrada. El cachicamo huyó. El cazador intentaba abrir un agujero con el cuchillo. En su desesperación por horadar la roca se cortó la mano y cayó la sangre sobre el piso de la cueva, que inmediatamente se abrió.
— ¡Encontraste como salir. Pero te lo dije, hay que sufrir!

La sangre abría la entrada de la cueva. Eso fue lo que contó don Agustín Arteaga en Suruy, pero desde entonces no regresó por esos lados de la Dolorita. Y se conformó con cazar en el mes de agosto.




REFERENCIA
Mercedes Franco (2008) “DON JUÁN DE LOS VIENTOS.

ANGEL DE LA MUERTE




Azrael (en árabe عزرائیل) es uno de los nombres que recibe el ángel de la muerte. También llamado Abou-Jaria por los musulmanes y Mordad entre los persas, tiene por misión recibir las almas de los muertos y conducirlas para ser juzgadas. Es conocido como el Ángel de la Muerte entre los judíos, y es la derivación del nombre árabe Izrail, el cual aparece en el Corán y significa "Quien a Dios ayuda". También aparece en el Corán como Malaikat Al-Maut (que es una traducción literal de ángel de la muerte).También se deletrea Azrail, Ashriel, Azaril, y Azriel.Azrael en la religión

Se describe como un árcangel bajo las órdenes de Dios y asociado a lo oscuro y tenebroso. Dependiendo del punto de vista y preceptos de varias religiones en las que figura, Azrael es considerado como residente en este mundo. Tiene cuatro rostros y cuatro mil alas, y todo su cuerpo tiene ojos y lenguas, el número de los cuales corresponde a todos los habitantes de este mundo. Él será el último en morir, grabando y borrando constantemente en un gran libro los nombres de los humanos cuando nacen y cuando mueren, respectivamente. [Ref: Hastings, Enciclopedia de Religión y Étnica IV, 617]Azrael fue conocido inicialmente como Azra, el descendiente de los grandes sacerdotes de Aarón y escriba en el periodo del segundo Templo de Jerusalén. Durante el paleocristianismo recibió el nombre de Esdras, el profeta que vaticinó la llegada de Cristo. Esta historia paleocristiana es la que dice que Azrael subió al paraíso sin haber probado la muerte.También aparece en los escritos del hereje cristiano Marción, donde es mencionado como el ángel de la Ley.Generalmente se le describe como un arcángel bajo las órdenes de Dios y no como otras personificaciones más lúgubres de la muerte. Dependiendo del punto de vista de las diferentes religiones en las que aparece Azrael, éste reside en diferentes lugares, pero el más habitual es el tercer cielo.Otros Azraeles

Azrael es el arcángel de la muerte, pero en el buen sentido de la misma. Él dice que no debemos temerle a la muerte ya que en ella está la paz eterna. Azrael tiene como misión rescatar las almas que fueron injustamente al infierno. Él ha renunciado al cielo y tiene un coro (Ejército de Ángeles) a su cargo. Su Rostro está cubierto por una Túnica. Tiene alas negras de cuervo y cuando las despliega todos los ángeles se desmayan. Y todos los Arcángeles le temen. Se dice que puede igualar en batalla hasta a dos de los más fuertes. Azrael va a ser el último en morir.

Según la Mitología de la Tierra Mágica, Azrael es el dios de los Demonios. Es uno de los cuatro encargados de destruir las cadenas que atan a Lucifer. Él es enemigo natural de san Miguel y tiene escrito en su destino el destruir a los Ángeles y Arcángeles para que no quede ninguna protección contra los humanos y elfos.

CLASIFICACION DE LOS ARCANGELES







Arcangel San Miguel. El Arcángel San Miguel es el más conocido de los Ángeles, su aspecto guerrero nos muestra su fuerza y valentía, cualidades por las que se le caracterizan a este gran Ángel, le reconoceremos por la gran espada que empuña en su mano protegiéndonos de la oscuridad y la maldad.Podremos pedir ayuda al Arcángel San Miguel para que nos proteja de las energías negativas y de las personas que quieran hacernos daño. Siempre que necesitemos su ayuda llamaremos al Arcángel San Miguel y de inmediato llegara a nuestro encuentro ofreciéndonos su energía de Luz y protegiéndonos de la maldad.Para aquellas personas que trabajen como conductores, bomberos,o que presten un servicio de proteccion a ciudades o paises , y  tambien los viajantes tendrán la ayuda de este poderoso Ángel, cuando viajemos en medios de transporte podremos pedir protección a San Miguel, el es nuestro protector ante cualquier adversidad.Cuando estemos en cambios bien sean de trabajo, hogar, ciudad, o espirituales el Arcángel San Miguel nos ayudara a que los cambios sean rápidos y fluidos.

Arcangel Uriel. El arcángel Uriel esta reconocido como el Angel purificador, Él purificara nuestra alma y nuestro cuerpo, también es el encargado de transmutar el Karma de los humanos, de las ciudades y de los países. Uriel nos ayudara en caso de sufrir alguna adicción, alcohol, drogas, tabaco o cualquier otra substancia que enturbie o contamine nuestra vida. Él con su fuerza y energía nos hará sentir una gran paz interior y una gran fuerza para dominar nuestros vicios, para ello es necesario abrir nuestro corazón a este ángel así podremos sentir su fuerza de amor y de limpieza a través de nuestros puntos energéticos. Uriel, nos ayudara a desprendernos de esas partes oscuras que a veces nos dominan, envidia, codicia, avaricia, celos etc. también nos ayudara a entender y a transmutar el Karma, lo negativo en positivo. Este ángel nos aportara conocimiento y sabiduría, esta considerado como el Arcángel de la Nueva Era. Uriel, nos ayudara a interpretar nuestros sueños y nuestras intuiciones, es por ello que esta considerado como un arcángel esotérico. Este arcángel nos ayudara a encontrar nuestra Luz interior y nos hará brillar entre la multitud. El significado de su nombre es " Fuego de Dios ", su nombre no consta en la Biblia, pero si en el libro de Enoch, donde se le considera junto a Miguel, Rafael y Gabriel como uno de los arcángeles que tuvieron la misión de castigar a los Angeles demonios que contra Dios se revelaron. Noé fue avisado por Uriel que el gran diluvio se avecinaba, hay tradiciones que cuentan que fue él quien ayudó con sus consejos a Noe para poder sobrevivir al diluvio.

Arcangel Shakiel. El Arcángel Shakhiel es el Arcángel que más nos puede ayudar a desarrollar nuestra clarividencia, este maravilloso Ángel nos proporcionara todas aquellas cualidades que en ocasiones ignoramos todo aquello desconocido, que guardamos en el subconsciente y que poseemos desde todos los tiempos, toda aquella información desde el origen pasando por las vidas vividas anteriormente, el nos ayudara a conocer el Karma y comprender aquellas situaciones que vivimos en esta vida presente.Contaremos con Shakhiel para nuestra evolución y cuando lo deseemos le llamaremos en nuestras meditaciones y en los momentos de recogimiento con nuestro interior.A Shakhiel se le reconoce como el Ángel que le retiro el velo a Isis por ello el nos ayudará a verdad la verdad de nosotros y no engañarnos con espejismos

Arcangel Camael. Camael es el arcángel que tiene la misión de paralizar y frenar el miedo y los temores del ser humano. El miedo es el peor de los enemigos con los que se enfrenta el ser humano para alcanzar su felicidad. Camael nos ayudará en los momentos de cambio en nuestras vidas cuando el miedo nos confunda y tengamos que tomar decisiones y creamos que las puertas están cerradas a nuestra evolución espiritual y personal, él nos prestará su ayuda y frenará nuestras dudas y nuestros miedos para así poder abrir la puerta de lo desconocido, para que veamos con claridad donde reside nuestra felicidad. Él nos ayudará a poder discernir cual es nuestra parte de luz y cual es nuestra parte de oscuridad y así poder transformar nuestra dualidad y poder unirnos a la luz divina. Camael nos ayudará a conocernos con detalle, a llegar a la parte más profunda de nuestro ser interior en las que hay a veces zonas oscuras que nos impiden ser libres, con su gran ayuda llegaremos a poder discernir por nosotros mismos cual es nuestra parte positiva y negativa, y así llegaremos a poder transmutar todo aquello que no aceptemos de nosotros mismos. Camael significa " EL QUE VE A DIOS" , Él lucho con Jacob, y más tarde se apareció a Jesús en el huerto de Betsemani. 
Arcangel Rafael., Rafael es el Arcángel de la sanción y la curación por excelencia. Él nos ayudará a que sanemos en todos los niveles, en nuestra parte física, mental, emocional y nuestra parte espiritual. Cuando en nuestro cuerpo se manifieste algún dolor o se refleje alguna enfermedad, recurriremos al Arcángel Rafael que con su energía sanara nuestras dolencias y enfermedades. Si nuestras emociones nos traicionan, acudiremos al arcángel Rafael, cuando nuestra mente se bloquea y no somos capaces de ordenar nuestros pensamientos también nos ayudara Rafael y en los momentos que creamos que no estamos en conexión con nuestro espíritu, también acudiremos a Rafael. Este arcángel tiene la misión de sanar a la humanidad y de sanar el Planeta, también podemos invocarle para que sane nuestros árboles, nuestros mares y también podemos invocarle para que ayude a sanar o a ayudar a transmutar todo aquello que este enfermo en nuestro mundo. El libro de Tobias, cita a Rafael, como el sanador de la especie humana, este libro considerado por la Iglesia Católica como una parte del Antiguo Testamento, relata la historia de Tobit y de su hijo Tobias y de cómo el Arcángel Rafael intercedió para que Tobit recuperara la vista.

Oración de Arcángel Rafael Arcangel AnaelAnael es el Arcángel del amor y de la belleza. Anael nos ayudará a encontrar y a disfrutar del amor que esperamos, nos proporcionará una pareja afín a nosotros y nos mostrará el lenguaje del amor, por ello también hará que la belleza llegue a nuestras vidas. Anael nos ayudará a abrir las puertas de nuestros corazones, a disfrutar de nuestra pareja en todos los aspectos, mental, emocional, espiritual y físico. También nos ayudará a disfrutar del sexo y de los sentidos, de todo aquello que nuestra pareja nos proporcione en los pequeños detalles las miradas, las caricias, los gestos, las sonrisas; a unir el amor espiritual con el carnal, a poder así llegar a sentir el amor incondicional auténtico, que nace de nuestro corazón, de esa parte pura y brillante que cada ser humano posee.Este ángel nos reconfortará con su compañía cuando nuestra pareja se encuentre ausente y nos invitará a mirar al cielo para poder así contemplar las estrellas del firmamento y así poder comprobar que cada uno de nosotros tiene en una estrella un mensaje de amor que confirma que tenemos siempre a alguien dispuesto a amarnos y a esperarnos siempre.

Arcangel Gabriel. El Arcángel Gabriel es el mensajero por excelencia. Él hará llegar a nosotros la palabra de Dios y traerá los mensajes más importantes de nuestra vida. Él, es conocido por anunciar la llegada de nuestros hijos, también anunciará la llegada de nuestra alma gemela, o bien de esa persona que compartirá nuestra vida con amor, alegría, respeto y felicidad. Gabriel nos ayudará a mantener en equilibrio nuestras emociones y a disfrutar de ellas, expresando y sintiendo un amor incondicional que nos ayudará a ser completamente felices y sobre todo, a compartir esta felicidad con los seres que comparten nuestra vida. Gabriel ayuda a periodistas, escritores, comerciales, y a todos aquellos que estén dedicados a la comunicación. Él nos ayudará a expresarnos con sabiduría y con amor. Gabriel nos ayuda a encontrar el ángel o el Dios que todos llevamos dentro. El Arcángel Gabriel destaca en tres de las grandes religiones, el judaísmo, el islamismo y el cristianismo. La tradición judía dice que fue Gabriel el que instruyó a Moisés para convertirlo en líder de su pueblo, los musulmanes creen que Gabriel dictó el Corán a Mahoma y en la tradición cristiana, Gabriel se nos presenta como el ángel de la revelación y de la anunciación.

sábado, 26 de febrero de 2011

El rey de las bestias – Philip José Farmer




El biólogo estaba mostrándole al visitante el laboratorio y el zoo.
—Nuestro presupuesto —dijo—, es demasiado limitado para recrear todas las especies extintas conocidas. Así que devolvemos a la vida sólo los animales superiores, los más bellos que fueron cruelmente exterminados. Por así decirlo, estoy tratando de compensar la crueldad y la estupidez. Se podría decir que el hombre abofeteaba el rostro de Dios cada vez que aniquilaba una especie del reino animal.
Hizo una pausa, y miraron más allá de los fosos y los campos de fuerza. Los cervatillos brincaban y galopaban, mientras el Sol les iluminaba los flancos. La foca sacaba sus humorísticos bigotes del agua. El gorila atisbaba tras los bambúes. Las palomas mensajeras se atusaban las plumas. Un rinoceronte trotaba como un cómico acorazado. Una jirafa los miró con delicados ojos y luego volvió a comer hojas.
—Ahí está el dronte. No es hermoso, pero es muy raro, y totalmente inerme. Venga, le mostraré el proceso de recreación.
En el gran edificio pasaron junto a hileras de voluminosos y altos tanques. Podían ver claramente por las ventanas de sus flancos, y a través de la gelatina interior.
—Esos son embriones de elefantes africanos —dijo el biólogo—. Planeamos producir una gran manada y soltarla en la nueva reserva gubernamental.
—Casi se le puede ver irradiar felicidad —dijo el distinguido visitante—. Ama mucho a los animales, ¿no?
—Amo todo lo vivo.
—Dígame —dijo el visitante—, ¿de dónde obtiene los datos para la recreación?
—Principalmente de esqueletos y pieles que había en los antiguos museos. Y de libros y películas que hemos encontrado en excavaciones arqueológicas y que hemos logrado restaurar y luego traducir. ¡Ah!, ¿ve esos grandes huevos? En su interior están gestándose los polluelos del gran moa. Y casi a punto para ser sacados del tanque se hallan los cachorros de tigre. Cuando estén crecidos serán peligrosos, pero estarán confinados en la reserva.
El visitante se detuvo ante el último de los tanques.
—¿Sólo uno? —preguntó—. ¿Qué es?
—Pobrecillo —dijo el biólogo ahora triste—. ¡Estará tan solo! Pero yo le daré todo el cariño que pueda.
—¿Es tan peligroso? —preguntó el visitante—. ¿Peor que los elefantes, tigres, y osos?
—Tuve que conseguir un permiso especial antes de hacer crecer este —explicó el biólogo; su voz temblaba.
El visitante dio un paso hacia atrás asustado, apartándose del tanque. Y exclamó:
—Entonces, debe de ser… ¡Pero no, no se atrevería!
El biólogo asintió con la cabeza. —Sí, es un hombre






Philip José Farmer (1964) “EL REY DE LAS BESTIAS
 REFERENCIA

El lobo





Logré que uno de mis compañeros de hostería —un soldado más valiente que Plutón— me acompañara. Al primer canto del gallo, emprendimos la marcha; brillaba la luna como el sol a mediodía. Llegamos a unas tumbas. Mi hombre se para; empieza a conjurar astros; yo me siento y me pongo a contar las columnas y a canturrear. Al rato me vuelvo hacia mi compañero y lo veo desnudarse y dejar la ropa al borde del camino. De miedo se me abrieron las carnes; me quedé como muerto. Lo vi orinar alrededor de su ropa y convertirse en lobo. Lobo, rompió a dar maullidos y huyó al bosque. Fui a recoger su ropa y vi que se había transformado en piedra. Desenvainé la espada y temblando llegué a casa. Melisa se extrañó de verme llegar a tales horas.
—Si hubieras llegado un poco antes —me dijo— hubieras podido ayudarnos; un lobo ha penetrado en el redil y ha matado las ovejas; fue una verdadera carnicería; logró escapar, pero uno de los esclavos le atravesó el pescuezo con la lanza. Al día siguiente volví por el camino de las tumbas. En lugar de la ropa petrificada había una mancha de sangre.
Entré en la hostería; el soldado estaba tendido en un lecho. Sangraba como un buey; un médico estaba curándole el cuello.





Petronio “EL LOBO  Minicuento. Capítulo LXII del Satiricón.

REFERENCIA

La Sirena – Marcial Fernández





La vi y me quedé boquiabierto: sin duda era una sirena. Cabellos rojos, rostro de infanta, pechos frondosos y cola de pez. En ese momento sentí que mi sola presencia la aterró, pues se revolvía espantosamente como si quisiera escapar de algo: su torso desnudo y su monstruosa cola emergían y desaparecían a raz de la marea. Su canto, asimismo, se asemejaba más a un lamento que a una entonación melodiosa. La imagen duró apenas unos instantes.
Más tarde me enteré que en esa misma playa una mujer fue devorada por un tiburón.

El dedo – Feng Meng-lung





Un hombre pobre se encontró en su camino a un antiguo amigo. Éste tenía un poder sobrenatural que le permitía hacer milagros. Como el hombre pobre se quejara de las dificultades de su vida, su amigo tocó con el dedo un ladrillo que de inmediato se convirtió en oro. Se lo ofreció al pobre, pero éste se lamentó de que eso era muy poco. El amigo tocó un león de piedra que se convirtió en un león de oro macizo y lo agregó al ladrillo de oro. El amigo insistió en que ambos regalos eran poca cosa.
—¿Qué más deseas, pues? —le preguntó sorprendido el hacedor de prodigios.
—¡Quisiera tu dedo! —contestó el otro.



Fuente: Feng Meng-lung

El gato negro – Edgar Allan Poe (1843)



No espero ni pido que alguien crea en el extraño aunque simple relato que me dispongo a escribir. Loco estaría si lo esperara, cuando mis sentidos rechazan su propia evidencia. Pero no estoy loco y sé muy bien que esto no es un sueño. Mañana voy a morir y quisiera aliviar hoy mi alma. Mi propósito inmediato consiste en poner de manifiesto, simple, sucintamente y sin comentarios, una serie de episodios domésticos. Las consecuencias de esos episodios me han aterrorizado, me han torturado y, por fin, me han destruido. Pero no intentaré explicarlos. Si para mí han sido horribles, para otros resultarán menos espantosos que barrocos. Más adelante, tal vez, aparecerá alguien cuya inteligencia reduzca mis fantasmas a lugares comunes; una inteligencia más serena, más lógica y mucho menos excitable que la mía, capaz de ver en las circunstancias que temerosamente describiré, una vulgar sucesión de causas y efectos naturales.

Desde la infancia me destaqué por la docilidad y bondad de mi carácter. La ternura que abrigaba mi corazón era tan grande que llegaba a convertirme en objeto de burla para mis compañeros. Me gustaban especialmente los animales, y mis padres me permitían tener una gran variedad. Pasaba a su lado la mayor parte del tiempo, y jamás me sentía más feliz que cuando les daba de comer y los acariciaba. Este rasgo de mi carácter creció conmigo y, cuando llegué a la virilidad, se convirtió en una de mis principales fuentes de placer. Aquellos que alguna vez han experimentado cariño hacia un perro fiel y sagaz no necesitan que me moleste en explicarles la naturaleza o la intensidad de la retribución que recibía. Hay algo en el generoso y abnegado amor de un animal que llega directamente al corazón de aquel que con frecuencia ha probado la falsa amistad y la frágil fidelidad del hombre.

Me casé joven y tuve la alegría de que mi esposa compartiera mis preferencias. Al observar mi gusto por los animales domésticos, no perdía oportunidad de procurarme los más agradables de entre ellos. Teníamos pájaros, peces de colores, un hermoso perro, conejos, un monito y un gato.
Este último era un animal de notable tamaño y hermosura, completamente negro y de una sagacidad asombrosa. Al referirse a su inteligencia, mi mujer, que en el fondo era no poco supersticiosa, aludía con frecuencia a la antigua creencia popular de que todos los gatos negros son brujas metamorfoseadas. No quiero decir que lo creyera seriamente, y sólo menciono la cosa porque acabo de recordarla.
Plutón —tal era el nombre del gato— se había convertido en mi favorito y mi camarada. Sólo yo le daba de comer y él me seguía por todas partes en casa. Me costaba mucho impedir que anduviera tras de mí en la calle.

Nuestra amistad duró así varios años, en el curso de los cuales (enrojezco al confesarlo) mi temperamento y mi carácter se alteraron radicalmente por culpa del demonio. Intemperancia. Día a día me fui volviendo más melancólico, irritable e indiferente hacia los sentimientos ajenos. Llegué, incluso, a hablar descomedidamente a mi mujer y terminé por infligirle violencias personales. Mis favoritos, claro está, sintieron igualmente el cambio de mi carácter. No sólo los descuidaba, sino que llegué a hacerles daño. Hacia Plutón, sin embargo, conservé suficiente consideración como para abstenerme de maltratarlo, cosa que hacía con los conejos, el mono y hasta el perro cuando, por casualidad o movidos por el afecto, se cruzaban en mi camino. Mi enfermedad, empero, se agravaba —pues, ¿qué enfermedad es comparable al alcohol?—, y finalmente el mismo Plutón, que ya estaba viejo y, por tanto, algo enojadizo, empezó a sufrir las consecuencias de mi mal humor.

Una noche en que volvía a casa completamente embriagado, después de una de mis correrías por la ciudad, me pareció que el gato evitaba mi presencia. Lo alcé en brazos, pero, asustado por mi violencia, me mordió ligeramente en la mano. Al punto se apoderó de mí una furia demoníaca y ya no supe lo que hacía. Fue como si la raíz de mi alma se separara de golpe de mi cuerpo; una maldad más que diabólica, alimentada por la ginebra, estremeció cada fibra de mi ser. Sacando del bolsillo del chaleco un cortaplumas, lo abrí mientras sujetaba al pobre animal por el pescuezo y, deliberadamente, le hice saltar un ojo. Enrojezco, me abraso, tiemblo mientras escribo tan condenable atrocidad.

Cuando la razón retornó con la mañana, cuando hube disipado en el sueño los vapores de la orgía nocturna, sentí que el horror se mezclaba con el remordimiento ante el crimen cometido; pero mi sentimiento era débil y ambiguo, no alcanzaba a interesar al alma. Una vez más me hundí en los excesos y muy pronto ahogué en vino los recuerdos de lo sucedido.

El gato, entretanto, mejoraba poco a poco. Cierto que la órbita donde faltaba el ojo presentaba un horrible aspecto, pero el animal no parecía sufrir ya. Se paseaba, como de costumbre, por la casa, aunque, como es de imaginar, huía aterrorizado al verme. Me quedaba aún bastante de mi antigua manera de ser para sentirme agraviado por la evidente antipatía de un animal que alguna vez me había querido tanto. Pero ese sentimiento no tardó en ceder paso a la irritación. Y entonces, para mi caída final e irrevocable, se presentó el espíritu de la perversidad. La filosofía no tiene en cuenta a este espíritu; y, sin embargo, tan seguro estoy de que mi alma existe como de que la perversidad es uno de los impulsos primordiales del corazón humano, una de las facultades primarias indivisibles, uno de esos sentimientos que dirigen el carácter del hombre. ¿Quién no se ha sorprendido a sí mismo cien veces en momentos en que cometía una acción tonta o malvada por la simple razón de que no debía cometerla? ¿No hay en nosotros una tendencia permanente, que enfrenta descaradamente al buen sentido, una tendencia a transgredir lo que constituye la Ley por el solo hecho de serlo? Este espíritu de perversidad se presentó, como he dicho, en mi caída final. Y el insondable anhelo que tenía mi alma de vejarse a sí misma, de violentar su propia naturaleza, de hacer mal por el mal mismo, me incitó a continuar y, finalmente, a consumar el suplicio que había infligido a la inocente bestia. Una mañana, obrando a sangre fría, le pasé un lazo por el pescuezo y lo ahorqué en la rama de un árbol; lo ahorqué mientras las lágrimas manaban de mis ojos y el más amargo remordimiento me apretaba el corazón; lo ahorqué porque recordaba que me había querido y porque estaba seguro de que no me había dado motivo para matarlo; lo ahorqué porque sabía que, al hacerlo, cometía un pecado, un pecado mortal que comprometería mi alma hasta llevarla —si ello fuera posible— más allá del alcance de la infinita misericordia del Dios más misericordioso y más terrible.
La noche de aquel mismo día en que cometí tan cruel acción me despertaron gritos de: —¡Incendio!— Las cortinas de mi cama eran una llama viva y toda la casa estaba ardiendo. Con gran dificultad pudimos escapar de la conflagración mi mujer, un sirviente y yo. Todo quedó destruido. Mis bienes terrenales se perdieron y desde ese momento tuve que resignarme a la desesperanza.

No incurriré en la debilidad de establecer una relación de causa y efecto entre el desastre y mi criminal acción. Pero estoy detallando una cadena de hechos y no quiero dejar ningún eslabón incompleto. Al día siguiente del incendio acudí a visitar las ruinas. Salvo una, las paredes se habían desplomado. La que quedaba en pie era un tabique divisorio de poco espesor, situado en el centro de la casa, y contra el cual se apoyaba antes la cabecera de mi lecho. El enlucido había quedado a salvo de la acción del fuego, cosa que atribuí a su reciente aplicación. Una densa muchedumbre habíase reunido frente a la pared y varias personas parecían examinar parte de la misma con gran atención y detalle. Las palabras —¡extraño!, ¡curioso!— y otras similares excitaron mi curiosidad. Al aproximarme vi que en la blanca superficie, grabada como un bajorrelieve, aparecía la imagen de un gigantesco gato. El contorno tenía una nitidez verdaderamente maravillosa. Había una soga alrededor del pescuezo del animal.

Al descubrir esta aparición —ya que no podía considerarla otra cosa— me sentí dominado por el asombro y el terror. Pero la reflexión vino luego en mi ayuda. Recordé que había ahorcado al gato en un jardín contiguo a la casa. Al producirse la alarma del incendio, la multitud había invadido inmediatamente el jardín: alguien debió de cortar la soga y tirar al gato en mi habitación por la ventana abierta. Sin duda, habían tratado de despertarme en esa forma. Probablemente la caída de las paredes comprimió a la víctima de mi crueldad contra el enlucido recién aplicado, cuya cal, junto con la acción de las llamas y el amoniaco del cadáver, produjo la imagen que acababa de ver.

Si bien en esta forma quedó satisfecha mi razón, ya que no mi conciencia, sobre el extraño episodio, lo ocurrido impresionó profundamente mi imaginación. Durante muchos meses no pude librarme del fantasma del gato, y en todo ese tiempo dominó mi espíritu un sentimiento informe que se parecía, sin serlo, al remordimiento. Llegué al punto de lamentar la pérdida del animal y buscar, en los viles antros que habitualmente frecuentaba, algún otro de la misma especie y apariencia que pudiera ocupar su lugar.
Una noche en que, borracho a medias, me hallaba en una taberna más que infame, reclamó mi atención algo negro posado sobre uno de los enormes toneles de ginebra que constituían el principal moblaje del lugar. Durante algunos minutos había estado mirando dicho tonel y me sorprendió no haber advertido antes la presencia de la mancha negra en lo alto. Me aproximé y la toqué con la mano. Era un gato negro muy grande, tan grande como Plutón y absolutamente igual a éste, salvo un detalle. Plutón no tenía el menor pelo blanco en el cuerpo, mientras este gato mostraba una vasta aunque indefinida mancha blanca que le cubría casi todo el pecho.
Al sentirse acariciado se enderezó prontamente, ronroneando con fuerza, se frotó contra mi mano y pareció encantado de mis atenciones. Acababa, pues, de encontrar el animal que precisamente andaba buscando. De inmediato, propuse su compra al tabernero, pero me contestó que el animal no era suyo y que jamás lo había visto antes ni sabía nada de él.

Continué acariciando al gato y, cuando me disponía a volver a casa, el animal pareció dispuesto a acompañarme. Le permití que lo hiciera, deteniéndome una y otra vez para inclinarme y acariciarlo. Cuando estuvo en casa, se acostumbró a ella de inmediato y se convirtió en el gran favorito de mi mujer.
Por mi parte, pronto sentí nacer en mí una antipatía hacia aquel animal. Era exactamente lo contrario de lo que había anticipado, pero —sin que pueda decir cómo ni por qué— su marcado cariño por mí me disgustaba y me fatigaba. Gradualmente, el sentimiento de disgusto y fatiga creció hasta alcanzar la amargura del odio. Evitaba encontrarme con el animal; un resto de vergüenza y el recuerdo de mi crueldad de antaño me vedaban maltratarlo. Durante algunas semanas me abstuve de pegarle o de hacerlo víctima de cualquier violencia; pero gradualmente —muy gradualmente— llegué a mirarlo con inexpresable odio y a huir en silencio de su detestable presencia, como si fuera una emanación de la peste.

Lo que, sin duda, contribuyó a aumentar mi odio fue descubrir, a la mañana siguiente de haberlo traído a casa, que aquel gato, igual que Plutón, era tuerto. Esta circunstancia fue precisamente la que lo hizo más grato a mi mujer, quien, como ya dije, poseía en alto grado esos sentimientos humanitarios que alguna vez habían sido mi rasgo distintivo y la fuente de mis placeres más simples y más puros.

El cariño del gato por mí parecía aumentar en el mismo grado que mi aversión. Seguía mis pasos con una pertinencia que me costaría hacer entender al lector. Dondequiera que me sentara venía a ovillarse bajo mi silla o saltaba a mis rodillas, prodigándome sus odiosas caricias. Si echaba a caminar, se metía entre mis pies, amenazando con hacerme caer, o bien clavaba sus largas y afiladas uñas en mis ropas, para poder trepar hasta mi pecho. En esos momentos, aunque ansiaba aniquilarlo de un solo golpe, me sentía paralizado por el recuerdo de mi primer crimen, pero sobre todo —quiero confesarlo ahora mismo— por un espantoso temor al animal.

Aquel temor no era precisamente miedo de un mal físico y, sin embargo, me sería imposible definirlo de otra manera. Me siento casi avergonzado de reconocer, sí, aún en esta celda de criminales me siento casi avergonzado de reconocer que el terror, el espanto que aquel animal me inspiraba, era intensificado por una de las más insensatas quimeras que sería dado concebir. Más de una vez mi mujer me había llamado la atención sobre la forma de la mancha blanca de la cual ya he hablado, y que constituía la única diferencia entre el extraño animal y el que yo había matado. El lector recordará que esta mancha, aunque grande, me había parecido al principio de forma indefinida; pero gradualmente, de manera tan imperceptible que mi razón luchó durante largo tiempo por rechazarla como fantástica, la mancha fue asumiendo un contorno de rigurosa precisión. Representaba ahora algo que me estremezco al nombrar, y por ello odiaba, temía y hubiera querido librarme del monstruo si hubiese sido capaz de atreverme; representaba, digo, la imagen de una cosa atroz, siniestra…, ¡la imagen del patíbulo! ¡Oh lúgubre y terrible máquina del horror y del crimen, de la agonía y de la muerte!

Me sentí entonces más miserable que todas las miserias humanas. ¡Pensar que una bestia, cuyo semejante había yo destruido desdeñosamente, una bestia era capaz de producir tan insoportable angustia en un hombre creado a imagen y semejanza de Dios! ¡Ay, ni de día ni de noche pude ya gozar de la bendición del reposo! De día, aquella criatura no me dejaba un instante solo; de noche, despertaba hora a hora de los más horrorosos sueños, para sentir el ardiente aliento de la cosa en mi rostro y su terrible peso —pesadilla encarnada de la que no me era posible desprenderme— apoyado eternamente sobre mi corazón.
Bajo el agobio de tormentos semejantes, sucumbió en mí lo poco que me quedaba de bueno. Sólo los malos pensamientos disfrutaban ya de mi intimidad; los más tenebrosos, los más perversos pensamientos. La melancolía habitual de mi humor creció hasta convertirse en aborrecimiento de todo lo que me rodeaba y de la entera humanidad; y mi pobre mujer, que de nada se quejaba, llegó a ser la habitual y paciente víctima de los repentinos y frecuentes arrebatos de ciega cólera a que me abandonaba.

Cierto día, para cumplir una tarea doméstica, me acompañó al sótano de la vieja casa donde nuestra pobreza nos obligaba a vivir. El gato me siguió mientras bajaba la empinada escalera y estuvo a punto de tirarme cabeza abajo, lo cual me exasperó hasta la locura. Alzando un hacha y olvidando en mi rabia los pueriles temores que hasta entonces habían detenido mi mano, descargué un golpe que hubiera matado instantáneamente al animal de haberlo alcanzado. Pero la mano de mi mujer detuvo su trayectoria. Entonces, llevado por su intervención a una rabia más que demoníaca, me zafé de su abrazo y le hundí el hacha en la cabeza. Sin un solo quejido, cayó muerta a mis pies.

Cumplido este espantoso asesinato, me entregué al punto y con toda sangre fría a la tarea de ocultar el cadáver. Sabía que era imposible sacarlo de casa, tanto de día como de noche, sin correr el riesgo de que algún vecino me observara. Diversos proyectos cruzaron mi mente. Por un momento pensé en descuartizar el cuerpo y quemar los pedazos. Luego se me ocurrió cavar una tumba en el piso del sótano. Pensé también si no convenía arrojar el cuerpo al pozo del patio o meterlo en un cajón, como si se tratara de una mercadería común, y llamar a un mozo de cordel para que lo retirara de casa. Pero, al fin, di con lo que me pareció el mejor expediente y decidí emparedar el cadáver en el sótano, tal como se dice que los monjes de la Edad Media emparedaban a sus víctimas.

El sótano se adaptaba bien a este propósito. Sus muros eran de material poco resistente y estaban recién revocados con un mortero ordinario, que la humedad de la atmósfera no había dejado endurecer. Además, en una de las paredes se veía la saliencia de una falsa chimenea, la cual había sido rellenada y tratada de manera semejante al resto del sótano. Sin lugar a dudas, sería muy fácil sacar los ladrillos en esa parte, introducir el cadáver y tapar el agujero como antes, de manera que ninguna mirada pudiese descubrir algo sospechoso.

No me equivocaba en mis cálculos. Fácilmente saqué los ladrillos con ayuda de una palanca y, luego de colocar cuidadosamente el cuerpo contra la pared interna, lo mantuve en esa posición mientras aplicaba de nuevo la mampostería en su forma original. Después de procurarme argamasa, arena y cerda, preparé un enlucido que no se distinguía del anterior y revoqué cuidadosamente el nuevo enladrillado. Concluida la tarea, me sentí seguro de que todo estaba bien. La pared no mostraba la menor señal de haber sido tocada. Había barrido hasta el menor fragmento de material suelto. Miré en torno, triunfante, y me dije: Aquí, por lo menos, no he trabajado en vano

Mi paso siguiente consistió en buscar a la bestia causante de tanta desgracia, pues al final me había decidido a matarla. Si en aquel momento el gato hubiera surgido ante mí, su destino habría quedado sellado, pero, por lo visto, el astuto animal, alarmado por la violencia de mi primer acceso de cólera, se cuidaba de aparecer mientras no cambiara mi humor. Imposible describir o imaginar el profundo, el maravilloso alivio que la ausencia de la detestada criatura trajo a mi pecho. No se presentó aquella noche, y así, por primera vez desde su llegada a la casa, pude dormir profunda y tranquilamente; sí, pude dormir, aun con el peso del crimen sobre mi alma.

Pasaron el segundo y el tercer día y mi atormentador no volvía. Una vez más respiré como un hombre libre. ¡Aterrado, el monstruo había huido de casa para siempre! ¡Ya no volvería a contemplarlo! Gozaba de una suprema felicidad, y la culpa de mi negra acción me preocupaba muy poco. Se practicaron algunas averiguaciones, a las que no me costó mucho responder. Incluso hubo una perquisición en la casa; pero, naturalmente, no se descubrió nada. Mi tranquilidad futura me parecía asegurada.

Al cuarto día del asesinato, un grupo de policías se presentó inesperadamente y procedió a una nueva y rigurosa inspección. Convencido de que mi escondrijo era impenetrable, no sentí la más leve inquietud. Los oficiales me pidieron que los acompañara en su examen. No dejaron hueco ni rincón sin revisar. Al final, por tercera o cuarta vez, bajaron al sótano. Los seguí sin que me temblara un solo músculo. Mi corazón latía tranquilamente, como el de aquel que duerme en la inocencia. Me paseé de un lado al otro del sótano. Había cruzado los brazos sobre el pecho y andaba tranquilamente de aquí para allá. Los policías estaban completamente satisfechos y se disponían a marcharse. La alegría de mi corazón era demasiado grande para reprimirla. Ardía en deseos de decirles, por lo menos, una palabra como prueba de triunfo y confirmar doblemente mi inocencia.

—Caballeros — dije, por fin, cuando el grupo subía la escalera—, me alegro mucho de haber disipado sus sospechas. Les deseo felicidad y un poco más de cortesía. Dicho sea de paso, caballeros, esta casa está muy bien construida… (En mi frenético deseo de decir alguna cosa con naturalidad, casi no me daba cuenta de mis palabras). Repito que es una casa de excelente construcción. Estas paredes… ¿ya se marchan ustedes, caballeros?… tienen una gran solidez.

Y entonces, arrastrado por mis propias bravatas, golpeé fuertemente con el bastón que llevaba en la mano sobre la pared del enladrillado tras de la cual se hallaba el cadáver de la esposa de mi corazón.
¡Que Dios me proteja y me libre de las garras del archidemonio! Apenas había cesado el eco de mis golpes cuando una voz respondió desde dentro de la tumba. Un quejido, sordo y entrecortado al comienzo, semejante al sollozar de un niño, que luego creció rápidamente hasta convertirse en un largo, agudo y continuo alarido, anormal, como inhumano, un aullido, un clamor de lamentación, mitad de horror, mitad de triunfo, como sólo puede haber brotado en el infierno de la garganta de los condenados en su agonía y de los demonios exultantes en la condenación.

Hablar de lo que pensé en ese momento sería locura. Presa de vértigo, fui tambaleándome hasta la pared opuesta. Por un instante el grupo de hombres en la escalera quedó paralizado por el terror. Luego, una docena de robustos brazos atacaron la pared, que cayó de una pieza. El cadáver, ya muy corrompido y manchado de sangre coagulada, apareció de pie ante los ojos de los espectadores. Sobre su cabeza, con la roja boca abierta y el único ojo como de fuego, estaba agazapada la horrible bestia cuya astucia me había inducido al asesinato y cuya voz delatadora me entregaba al verdugo. ¡Había emparedado al monstruo en la tumba!
FIN

Espíritu



Principio inmaterial, sustancia incorpórea, en oposición a material, corpórea. En la alquimia espíritu es una sustancia sutil, extendida en todos los cuerpos mixtos y específica en cada uno de ellos, según al reino de la naturaleza al que pertenecían.

En la filosofía tradicional, espíritu se define como un ser inmaterial, simple y sustancial, capaz de poseer y realizarse en la autoconciencia y en la libre autodeterminación. En la Biblia encontramos que espíritu significa en primer lugar "aliento", el "aliento vital"; posteriormente designa al ser inmaterial, ya sea Dios, los ángeles o los demonios, y por último el principio de vida sobrenatural, opuesto a la carne.

Supersticiones acerca del Gato


En España y algunos paises se dice que una persona afortunada tiene siete vidas como los gatos.
  • Según la creencia popular el matar un gato o sus crías trae mala suerte, en la mayoria de los casos
  • Soñar con un gato es de mal agüero.
  • En algunas regiones del sur de Estados Unidos todavía se piensa que, si se permite a un gato acercarse a un cadáver humano, una horrible desgracia caerá sobre la familia del difunto.
  • En Sicilia, un gato negro representa el mal de ojo.
  • En Kentucky existe la creencia de que la visita de un gato negro a una casa es señal de buena suerte, excepto si decide quedarse, en cuyo caso significaría infortunio.
  • En la Gran Bretaña del siglo XIX, el que un gato negro se paseara por delante de unos novios a punto de casarse representaba felicidad y fecundidad para los contrayentes.
  • En el pasado, los marineros consideraban que traía buena suerte tener un gato negro a bordo, aunque no se podía pronunciar la palabra "gato", pues hacerlo acarrearía grandes desgracias.
  • Las mujeres de los marineros solían tener un gato negro en casa para asegurarse de que sus maridos volverían sanos y salvos.
 más allá de todas estas creencias, se puede decir con certeza que el gato una vez que te adopta como su amigo, será sin duda tu mejor y más fiel compañero, dándote muestras constantes de su inmenso cariño.

El Unicornio





Tipo: Terrestre.
Descripción: El Unicornio es un animal mágico, de carácter noble, puro y muy espiritual.


Su aspecto es el de un caballo joven, generalmente blanco, con un cuerno en espiral, patas de antílope, barba de chivo, y una cola de aspecto leonino. Sus ojos son de un azul intenso y su inteligencia es comparable a la de un humano. Ha sido símbolo en varias culturas de la santidad, la virginidad y la fuerza.El Unicornio aparece descrito en el libro de Job y sus orígenes no están claros. Una posibilidad es que tenga su origen en la India, como un asno hindú, de colores muy distintos al blanco. 


También se piensa que puede ser originario de África, y que estaríamos ante un antílope con un sólo cuerno. Otra teoría es que puede tratarse de una descripción algo exagerada de un animal real del Tibet, que posiblemente se extinguió.

Se piensa que son inmortales, pero lo cierto es que posiblemente sea el hecho de que su vida media es superior a los 1000 años lo que haga pensar que son inmortales. Su longevidad es debida a la magia de su cuerno, que les hace tener siempre un aspecto juvenil. El unicornio presenta una especial resistencia a la magia, es inmune a los hechizos, a los conjuros de muerte y al veneno. Su cuerno mágico es capaz de detectar el veneno y de curar heridas con un simple roce. Pueden teleportarse, lo que les puede beneficiar si se ven en la necesidad de huir de algún peligro. 
Es un ser independiente y solitario, que permite pocos contactos con otros seres. Solamente se muestra ante doncellas de corazón puro, generalmente humanas o elfas. Este hecho ha sido aprovechado por los villanos para capturar a los unicornios. El unicornio es una montura tan leal que protegerá a su jinete incluso con su propia vida.

Historia del Unicornio


EL LIBRO DE LA GENERACIÓN

El Primer Unicornio

Llegó envuelto en una nube, impulsado por un blanco torbellino. Descendió con suavidad desde los cielos a los campos infantiles de la Tierra, aun antes que sus fuegos iniciales se hubieran extinguido. Posee entonces el Unicornio el brillo de la Luz, y puede apartar de sí toda oscuridad, toda tiniebla. Se lo llamó Asallam, el primer Unicornio de los nacidos, creatura de conformación temible y para contemplar hermosa, dotado de un cuerno de luz en espiral.
Golpeó entonces Asallam una roca desnuda, con su cuerno la penetró hasta grande hondura, y brotó una fuente de vida borboteante. Los fuegos se extinguían doquiera fluían esas aguas y empezaba la Tierra a fecundarse con multitud de cosas muy fructíferas. Se alzaron grandes árboles, florecieron; y bajo su sombra se instalaron las bestias salvajes y domésticas. Todo esto era intención de Dios, y el Unicornio, el instrumento de su querer. De este modo se formo el Jardín del Unicornio, llamado Shamagim, que quiere decir Lugar donde hay Agua.
Dios se dirigió entonces al Unicornio diciendo: "¡Asallam! Tú sólo serás, entre todas mis creaciones, quien recuerde la ocasión y el modo de su hechura, y vivirás en permanente memoria de la Luz, para ser su conductor y su guardián. Pero jamás volverás a la Luz hasta la hora final del Fin del Tiempo". Y el Unicornio, maravillado, vivió en su jardín y fue caminando hacia afuera.


El Cuerno del Unicornio y su Misterio 

El Cuerno es aun mas antiguo que su base. Ha sobrevivido al fuego y a las inundaciones, y soportado el tacto de reyes y de santos. Es un talismán de poder soberano que incluso puede atraer al Unicornio viviente. Pero esta es su advertencia: su fuerza y virtud solo se pueden activar por obra de su verdadero propietario. Su luz disminuirá hasta extinguirse si está en manos de otro.
En el Cuerno reside la historia total del Unicornio. Su forma es una espiral: las dos mitades, o flautas, se enlazan entre sí. En su juventud –o como mida el tiempo el Unicornio- el aspecto del Cuerno es suave y simple. Las flautas, apretadas como hilos de una cuerda, manifiestan cierta energía vibrante y compacta. 




A medida que el Unicornio va viviendo, el Cuerno experimenta una transformación notable; las espiral se alarga retorciéndose sutilmente.
Esto ilustra bien la índole viviente del Cuerno. En la plenitud de sus años, los giros del cuerno de esta creatura son aún mas relajados. Ya de edad muy avanzada, el Cuerno adquiere surcos y grietas que son el grabado signo de las lecciones que ha experimentado.
El Unicornio parece considerar su Cuerno como el recipiente o el cauce de sus pensamientos, o quizás como el órgano de un sentido innato.
La duración del Unicornio sobre la Tierra es mucho mayor que la del Hombre. Pero esta sujeto, como todo lo creado, al Tiempo, a la edad, a la final disolución.
Lo hermoso del Hombre está sujeto a decadencia: cada año deja su huella, hasta que el cuerpo mortal termina en polvo. No así el Unicornio: los años incontables no afectan a su belleza: su crepúsculo es tan bello como su alborada. Pero cuando muere, al fin, perece todo y de una vez; ya no se lo ve en dimensión alguna hasta el fin del tiempo. Su partida deja, sin embargo, monumental recuerdo: su fuerza y virtud mortíferas.
Solo de este modo se puede obtener un cuerno, pues no existe brazo fuerte ni red de brujería que pueda arrancar el asta espiralada de su viviente dueño.
Así pues, de todos los aspectos del Unicornio el que mas impresión causa en la mente del Hombre es el Cuerno, espiralado, solitario, grande y poderoso. Y así debe ser, pues el asta es su talismán y su marca distintiva. En ella se concentra su fortaleza, sabiduría y sutil entendimiento. El Cuerno es exterior y visible, pero también es la forma mística e inasible de esta criatura.
El Cuerno no esta inclinado ni hacia atrás ni hacia adelante; recto, se alza directamente de la frente de la creatura, poco mas arriba de los ojos.
De tonalidad brillante y mas blanca que la nieve, mas suave que le marfil, vibra de vida, sin embargo, aún mas que la carne mortal; abriga sentidos de muy largo aliento. Ocupa al mismo tiempo esta y otras dimensiones, y por ello es capaz de penetrar cualquier sustancia.
En horas de peligro o de prolongada concentración, el Cuerno puede exhalar cierto brillo o un suave resplandor.
Aunque son muchos los años del Unicornio, tienen no obstante un límite, pues cuanto existe en el Tiempo debe el Tiempo deshacerlo. Pero cuando finalmente le llega la muerte, su forma externa no se corrompe. Tal cual la madera entrega su fuerza a las llamas y solo deja atrás las cenizas, así también el espíritu de la creatura libera cuanto elemento alguna vez fue su vestido; el viento los esparce.
Pero el Cuerno espiralado permanece; soberano, adamantino, se transmuta a través de las edades en diversas y ajenas formaciones.


Secretos de como llamar a las Hadas




Cómo entrar en contacto con las Hadas?: si vuestro corazón no abriga maldad ni interés y albergáis deseos limpios, he aquí varias recetas mágicas:
  • Realiza una pócima con veintiún pétalos metiéndolos en una olla cobriza cerrada, ésta dará resulta
  • Existe una flor llamada Prímula y si hacéis un ramillete de ellas con un número exacto y luego con él tocáis una roca de las Hadas, se os abrirá la entrada hacia su país.
  • Si se recoge tomillo cerca de una colina donde se rumoree que haya hadas, y se hace una bebida con él, se dice que podremos verlas.
  • Hay tentaciones que han atraído hasta la más desconfiada de las hadas. Les encanta el jengibre y la cebada, si pones un pequeño cesto con esto alimentos en el jardín, seguro que vendrán. Con bastante frecuencia habrá que reemplazarlo si queremos que permanezcan en nuestro jardín largo tiempo. Les gustan ver en el jardín, tomillo y trébol, este último solo de 3 hojas. Suelen beber leche de vaca directamente de ubre.
  • En la época invernal, las hadas duermen al igual que los animales y las plantas, por eso será difícil que notemos su presencia, aunque esto se podrá remediar si tenemos en nuestros jardines fuentes con estatuas de hadas y duendes en las que corra el agua en forma de cascadas.
Hay que contar con el hecho de que si estos "personajillos" no quieren ser vistos, nada podremos hacer al respecto. Con todo ello, el mejor momento para notar su presencia, será en los días de luna llena, buscando en las grietas profundas de las piedras y en los agujeros cercanos al agua del mar o de un río.
Si comes un cierto número de Primulas es seguro que podrás ver hadas, puesto que se dice que esta flor tiene el don de hacer visible lo invisible. Así mismo, si tocas una roca que sea pertenencia de hadas, con un ramillete de esta flor en tus manos, podrás encontrar el camino para llegar hasta el mundo de las hadas.
Así es de simple... y de complicado.

Mas allá de Lucifer




dice el libro apócrifo de Enoch, Ángeles que cayeron del cielo para amar a las hijas de la tierra. Porque en aquellos dias, cuando los hijos de los hombres se hubieron multiplicado, nacieron hijas de una gran belleza. Y cuando los Ångeles, los hijos del cielo, las vieron, se prendaron de amor por ellas; y se decían entre ellos:
"escojamos esposas de la raza de los hombres, y engendremos hijos".

Entonces su jefe Samyaca les dijo:

-"Tal vez no tendreis el valor de cumplir esta resolución, y seré yo el único responsablede vuestra caida".

Pero ellos les respondieron:

-"juramos que no nos arrepentiremos y que cumpliremos nuestro designio".

Y eran doscientos que descendieron sobre la montaña de Armon, lo que quiere decir montaña del juramento. He aquí los nombres de los jefes de los Ángeles:

  • Samyaca [que era el primero de todos]
  • Uraka-barameel
  • Ázibeel
  • Tamiel
  • Ramuel
  • Danel
  • Ázkeel
  • Sarakuyal
  • Ázael
  • Ármers
  • Batraal
  • Ánane
  • Zavebe
  • Samzabeel
  • Ertrael
  • Turel
  • Gomiael
  • Ázazial
Tomaron esposas con las cuales se unieron, enseñándoles la magia, los encantamientos y la clasificación de las raices y de los árboles. Ámazarac enseñó todos los secretos de los encantadores; Barkaial fue el maestro de los que observaban los astros; Ákibeel reveló los signos y Ázaradel el movimiento de la Luna.

Titulo: Obras sin comenzar





Muñeca hermosa ayer enfoque mis ojos en tu linda carita pero estabas muy triste no entendía porque  una nenita tan linda se siente mal no debería ser así, me gusta tu sonrisa  quisiera poder hacer algo para ayudarte a recuperarla, de momento tengo estas palabras al igual que los colores en las obras de arte los sentimientos  pueden hacer cosas muy mágicas si se reparte bien pero también se secan al no utilizarse , he sentido tu energía  es cálida y algo mágica,  se dice que por lo general son personas especiales, creativas  muy agradables capaces de realizar  grandes obras de arte no desesperes pronto será el momento de que tu lo veas.



Escrito por: Arles Fernando Zambrano Pérez

viernes, 25 de febrero de 2011

Titulo: Encontrarte

como me gustaría que tu  fueras  la princesa que pudiera liberarme de las cadenas que tengo por todo el cuerpo

 poder sacar las espinas  de mi corazón  y una promesa que nunca pensé cuestionarme

pero eso no seria fácil,  me da tanto miedo lastimarla, porque tus ojos me mostraron cuando los pude leer que eres tan frágil como las mariposas que tanto te gustan, inspiras ternura no entiendo porque , no se si yo pueda manejar tal dulzura como la de una flor sin quedar atrapado, enamorar una hada del sueño con esos ojos y retenerla conmigo

lo que si se es que quiero ser parte de un inevitable como lo era el conocernos

Un hada eso eras tú, silueta en algunos de mis sueños, pero  a  este caballero le dejaron un corazón de espinas que ahora lastima como el de un dragón.



Escrito por: Arles Fernando Zambrano Pérez




jueves, 24 de febrero de 2011

lepidopteros



Significado en diferentes culturas antiguas

Las mariposas son animales frecuentemente asociados a las manifestaciones de carácter mitológico y religioso de la especie humana a lo largo de toda su historia y a lo ancho de prácticamente todo el planeta.
Una mariposa comienza vida como oruga y pasa a través de un cambio importante mientras que se convierte en una mariposa. Hace un capullo y después emerge como mariposa hermosa.

En muchas culturas antiguas se mira como símbolo de impermanencia y de la inestabilidad de la vida terrenal, ya q se creía que esto era similar al proceso del viaje de un alma de un cuerpo terrenal a un cuerpo divino por el proceso asombroso del cambio de una oruga a una mariposa. De hecho los griegos antiguos simbolizaron a menudo el alma o la psique humana con las alas de la mariposa en arte. Existen representaciones en lápidas grecorromanas, en las cuales la "Psychè" (el alma) puede aparecer como una mariposa saliendo del cuerpo de los muertos o como una niña alada.

Identificado como "Animal del Alma" y asociado con ella, algunas culturas la representaban saliendo de la boca de agonizantes y difuntos, como símbolo del aliento vital que escapa.



Significado psicologico

Es la posibilidad del hombre de "renacer", de trascender sus limitaciones terrenales y elevarse a la luz mediante su propia transformación psíquica.
Son símbolos de inmortalidad, renacimiento y resurrección, pero también de la ligereza, la inconstancia y lo efímero de la alegría y la belleza.
Por su capacidad de transformación encarna la metamorfosis y las potencialidades del ser.



Significado por sus colores

Hay ciertas supersticiones acerca de los colores de las mariposas, muchos dicen que si una mariposa negra se posa en algún lugar es señal de que alguien morirá o de que en un período de tiempo habrá mala suerte, si es blanca es una señal de pureza que significa que habrá también buena suerte, si es castaña dependiendo de su condición se verá algún tipo de enfermedad en un pariente amado o cercano, y así siguen cierto tipo de especulaciones al respecto, en lo personal no me parece que un color tenga que significar algo en especial.

Significado en tatuajes

Los tatuajes de mariposas están entre los tatuajes más populares. Las mariposas forman no solo un símbolo de belleza sino también un símbolo de transformación y de libertad, para algunos es simplemente un tatuaje con elegancia, para otros es algo más  un símbolo con el que se sienten muy conectados.

Titulo: Princesa Mariposa





Para la princesa de las hadas, que se volvió mariposa, y luego mujer  pero quien en sus ojos tiene la dulzura que derrite a quien la descubre.

Solo por mostrarme tanta dulzura en tus ojos que por momentos liberaba paz en un corazón que no quiere bombear sangre si no aceite
 
Me gusta mucho si me descuido me puede dar una descarga eléctrica como la de un rayo  sinceramente me atemoriza pero igual

Manda un beso al aire deja que el venga a mi, me haga sentir que estas conmigo así no estés presente.





Escrito por: Arles Fernando Zambrano Pérez

miércoles, 23 de febrero de 2011

Titulo: La Diosa que hiso un pacto con el Jaguar de fuego




En un día de magia donde los  verdes  de la selva se podían divisar sin mucho problema,  y el contenido de aquel paisaje era tan deslumbrante  que podíamos entender que el sentido de estar vivo podría ser en encontrar las piezas calves para tu vida en los ojos de una diosa dragón, ella dio a beber su sangre a aquel hombre jaguar, pero como era magia pura el hombre animal tuvo que dar algo a cambio  su tributo fue convertirse en  un solitario porque así seria mucho mas fuerte y hábil, de Ay el porque los jaguares mantienen la mayor parte de su vida solos.

Desde lejos la contemplo y la diosa dragón envía la mirada única que puede descifrar el gran poder del jaguar  se convierte en el centro de la selva su  forma  la mas perfecta que haya visto, el jaguar con agilidad  y sigilo se desplaza a donde esta la diosa desde un árbol solo la custodia, cae la noche  las estrellas los bañan desde el exterior hasta el abismo.


La diosa dragón destroza una parte de el hombre jaguar al cual le causa un terrible dolor  se alimenta de el  luego con su saliva lo sana, la magia  ha gobernado a este animal y su alma. inspiro la pluma del que decidió seguirla es una diosa mágica, imponente,  malvada  muy poderosa con unos  ojos que descifraron al jaguar atemorizando su interior, el pensó porque no destruir la, ella  que tiene la llave de mis ojos, pero antes de que quisiera ejecutar un plan estaba en una trampa que ella coloco antes en el , ya no podía hacer nada ser su guardián era inevitable  


debería vivir al igual que  su especie con el peso que acepto aquel día  el jaguar de fuego, desde lejos la contemplo por mucho y ella lo visito, estaban juntos pero solo por periodos de tiempo  no muy largos por que era una diosa dragón  su lugar era otro no una pequeña selva , además el guardián era un jaguar un animal muy autentico dentro de los que existen en  las selvas, la diosa dragón se alimento de el muchas veces pero siempre el jaguar estuvo embrujado con su belleza  la forma como podía anticipar sus cambios y emociones por eso he de confesar algo hermosa diosa dragón pronuncio el jaguar:

Por hechizo o por la entrega de mi corazón seré el guardián del tuyo , que posee una flama la cual  permitirá que el fuego recorra y de grandes poderes a mi cuerpo  siendo jaguar o siendo humano.




Siguieron así por algún tiempo, pero llego un día en donde la princesa dragón partió y el jaguar paso mucho tiempo esperando, decidió transformarse en  humano e ir a encontrarla, igual no lo logro ella desapareció no quiso volver, el jaguar desorientado perdió el rumbo vivió como humano un tiempo,  después regreso  a la selva a terminar su penitencia y la de su especie, se moverá   selva tras selva  solo para encontrar  lo que alguna ves le quitaron.


Escrito por: Arles Fernando Zambrano Pérez